====== Notas El Profeta ====== 1 Inaceptable, porque, en primer lugar, es imposible, en la perspectiva realmente hindú, preferir Buda y Cristo a Rama y a Krishna; en segundo lugar, porque Cristo es ajeno a la India; en tercer lugar, porque, si se tienen en cuenta mundos no hindúes, no hay razón para tomar en consideración solamente a Cristo, siempre desde el punto de vista del Hinduismo; en cuarto lugar, porque no hay punto de comparación entre el río Ramakrishna y los océanos Shakyamuni y Jesús; en quinto lugar, porque Ramakrishna vivió en una época cíclica que de todos modos ya no podía contener una encarnación plenaria de la envergadura de los grandes Reveladores; en sexto lugar, porque, en el sistema hindú, ya no hay lugar, entre el noveno y el décimo Avatara de Vishnu — a saber, Buda y el futuro Kalki-Avatara —, para otra encarnación plenaria y solar de la Divinidad. "Un solo Profeta — enseña Al-Tahawi — es más excelente que el conjunto de todos los amigos de Dios" (los santos) 2 Pues los biógrafos profanos del Profeta, ya sean musulmanes o cristianos, tratan siempre de "excusar" al héroe, los primeros en un sentido "laico" y anticristiano, y los segundos, en el mejor de los casos, con una especie de condescendencia psicologista. 3 En Cristo y Buda no se puede hablar de manifestaciones de piedad, es decir de "temor" y de «amor»; lo humano está como extinto en el mensaje divino, de ahí el "antropoteísmo" de las perspectivas cristiana y budista. 4 Por lo que se refiere al Islam en general, se pierde de vista con demasiada facilidad que la prohibición de las bebidas fermentadas significaba un indiscutible sacrificio para los antiguos árabes — y para los otros pueblos que iban a islamizarse —, todos los cuales conocían el vino. Tampoco el Ramadan es un placer, y la misma observación vale para la práctica regular — y a menudo nocturna — de la oración; el Islam no se impuso, ciertamente, por su facilidad. Durante nuestras primeras estancias en ciudades árabes, estábamos impresionados por su atmósfera austera e incluso sepulcral: una especie de blancura desértica se extendía como una mortaja sobre las casas y los hombres; en todo había un aire de oración y de muerte. Hay en esto, indiscutiblemente, huellas del alma del Profeta. 5 La Sunna refiere esta frase del Profeta: "Nunca he visto una cosa sin ver a Allah en ella"; o: "Sin ver a Allah más cerca de mí que ella". Sobre la cuestión sexual, véase Los engarces de la sabiduría, de Ibn Arabi — Capítulos sobre Muhammad y sobre Salomón. 6 Co todas estas consideraciones no "atenuarnos" unas "imperfecciones", sino que explicamos unos hechos. También la Iglesia era implacable — en nombre de Cristo — en la época en que todavía era todopoderosa. 7 Entre las numerosas manifestaciones de mansedumbre, sólo citaremos este hadith: "Allah no ha creado nada que ame más que la emancipación de los esclavos, y nada que aborrezca más que el divorcio". 8 Por ejemplo, la dificultad de elocución, en Moisés, significaba la prohibición divina de divulgar los misterios, lo cual implica una sobreabundancia de sabiduría. 9 Un "instrumento directo" es un hombre consciente de su función, a partir del momento en que esta función le toca en suerte; por el contrario, cualquiera, o cualquier cosa, puede ser un "instrumento indirecto". 10 Un dicho árabe dice que "Muhammad es un mortal, pero no como los demás mortales; él es (en relación con ellos) como una joya entre las piedras". La mayoría de los críticas profanos interpretan erróneamente esta respuesta del Profeta: "¿Qué soy yo sino un mortal y un Enviado?" (Corán, XVII, 93) — dada a unos incrédulos que pidieron prodigios absurdos y fuera de lugar como una negación del don de los milagros, don que el Islam atribuye a todos los profetas. Cristo también se negó a realizar los milagros que el tentador le pidió, prescindiendo aquí del sentido intrínseco de sus respuestas. La frase citada de Muhammad significa en suma, en conformidad con la perspectiva característica del Islam, la cual subraya que toda derogación de las leyes naturales se produce "con el permiso de Allah" (bi-idhini-Llah): "¿Qué soy yo fuera de la Gracia de Allah, sino un hombre como vosotros?". Añadamos que la Sunna da fe de cierto número de milagros por parte de Muhammad, los cuales, en su calidad de argumentos "debilitadores" (mu'jizat) de la incredulidad, se distinguen de los prodigios de los santos, que son llamados "favores" (karamat) divinos. 11 Según Al-Ghazali, "el principio" (asl) de todas las buenas acciones (mahasin) es la generosidad (karam). Allah es "el Generoso" (Al-Karim). 12 Es lo que expresa el «analfabetismo» del profeta (al-ummi, "el iletrado"); la Ciencia divina sólo puede implantarse en una tierra virgen. La pureza de la Santa Virgen no deja de tener relación con la espada del Arcángel que guarda la entrada del Paraíso. 13 El Profeta dijo que "Allah detesta la suciedad y el estrépito", lo cual es muy característico del aspecto de pureza y de calma de la contemplación, aspecto que también encontramos en la arquitectura islámica, desde la Alhambra hasta el Taj Mahal, geográficamente hablando. En los patios de las mezquitas y de los palacios la calma y el equilibrio se repiten en el murmullo de los surtidores, cuya monotonía ondulatoria repite la de los arabescos. Para el Islam la arquitectura es, junto con la caligrafía, el arte sagrado por excelencia. 14 Las tres virtudes de fuerza, generosidad y serenidad — y con ellas las otras tres virtudes — se expresan ya en la sonoridad misma de las palabras del segundo testimonio de fe (Shahada): Muhammadun Rasulu-Llah ("Muhammad es el enviado de Allah"). 15 Sería falso querer enumerar así las virtudes de Cristo, pues éstas no lo caracterizan dado que Cristo manifestaba la divinidad y no la perfección humana, o al menos no lo hace de manera expresa y explícita, comprendiendo también las funciones colectivas del hombre terrenal. Cristo es la divinidad, el amor, el sacrificio; la Virgen es la pureza y la misericordia. De modo análogo, se podría caracterizar a Buda con los términos siguientes: renunciamiento, extinción, piedad, pues son estas cualidades o actitudes las que 61 encarna de forma particular. 16 Es decir: del puro Espíritu o, en lenguaje hindú, de la pura "Cociencia" (Chit) que se objetiva en Maya por el Ser (Sat). 17 Esto es lo que le vale a esta piedad los reproches, por parte de algunos, de "fatalismo" y de "quietismo". Las tendencias de que se trata en realidad aparecen ya, por lo demás, en el término islam, "abandono" (a Allah). 18 Exclusiva, es decir, que no ve prácticamente lo Divino más que en una forma humana y no fuera de ella, como ocurre en el culto a Rama o a Krishna. Recordemos, a propósito de esto, la analogía entre los Avataras hindúes y los Profetas judíos; éstos permanecían dentro del marco del judaísmo como aquéllos permanecían en el del Hinduismo, con una única y gran excepción por cada lado: Buda y Cristo. David trajo los Salmos y Salomón el Cantar de los Cantares, al igual que Rama inspiró el Ramayana y el Yoga-Vasishta (o Mahárámayana), y al igual que Krishna inspiró el Mahábhárata con la Bhagavadgita, y también el Shrimad Bhágavatam. 19 Corán, XXXII, 56. 20 Estos son los dos "pesos" o "especies pesadas" (al-thaqalan) de los que habla el Corán (Sura del Misericordioso, 31). Los hombres están creados de "barro" (tin), es decir, de materia, y los jinn de «fuego», de substancia inmaterial o anímica, "sutil" (sukshma) como dirían los hindúes. Los Ángeles, por su parte, están creados de "luz" (nur), de substancia informal; sus diferencias son comparables a las de los colores, los sonidos o los perfumes, no de las formas, que les parecen petrificaciones y fragmentaciones. 21 Esta oración equivale por consiguiente, en parte al menos, al voto budista: "Que todos los seres sean felices". 22 Llamado también "Intelecto primero"; es ya "creado", ya "increado", según el modo en que se lo considere. 23 "A quien me bendice una sola vez — dijo el Profeta —, Allah lo bendecirá diez veces …" Citemos también este otro hadith: "En verdad, el Arcángel Gabriel vino a mí y me dijo: Oh Muhammad, nadie de tu comunidad te bendice sin que yo lo bendiga diez veces, y nadie de tu comunidad te saluda sin que yo lo salude diez veces". Según otro hadith, Allah crea un ángel con cada oración por el Profeta lo que está lleno de sentido desde el punto de espirituales y cósmicas. 24 Saludar, en árabe, es "dar la paz"; es pronunciar: "Que la Paz esté con vosotros" (al-Salamu 'alaykum). 25 El Espíritu (Al-Ruh) constituye una excepción a causa de su posición central entre los Malaika, la cual le confiere la función "profética" por excelencia; el Corán lo menciona separadamente de los Malaika, y se dice también que no tuvo que prosternarse, como ellos, ante Adán; en lógica musulmana, merecería, como Muhammad, la salat y el salam. Yibril personifica una función del Espíritu, a saber, el rayo celestial que alcanza a los Profetas terrestres. 26 Y lo hace, precisamente, por medio de la "Plegaria por el Profeta". 27 Se identifica con él, también, según la perspectiva de la unidad de esencia. 28 "Nada" desde el punto de vista ordinario y "separativo", y "todo" desde el punto de vista "unitivo", el de la "unicidad de lo Real" (Wahdat Al-Wujud). 29 Cf De L'Homme Universel de 'Abd al-Karim Al-Jili (traducido y comentado por Titus Burckhardt). 30 Del mismo modo, el loto sobre el que descansa Buda es a la vez el Universo manifestado y el corazón del hombre, cada uno de ellos considerado en cuanto soporte del Nirvana. Del mismo modo: la Santa Virgen es a la vez la pura Sustancia universal (Prakriti), matriz del Espíritu divino manifestado y también de todas las criaturas desde el punto de vista de su deiformidad, y la sustancia primordial del hombre, su pureza original, su corazón en cuanto soporte del Verbo liberador. 31 Hemos visto anteriormente que la palabra "signo", cuando no se trata de fenómenos de este mundo, se aplica a los versículos del Corán, lo cual muestra claramente la analogía que existe entre la Naturaleza y la Revelación. 32 Es, pues, plausible el que una tradición pueda basarse enteramente en este simbolismo; éste es el caso, especialmente, del Shinto y de la tradición "calumética" de América del Norte. 33 El Nabi no es tal porque recibe y transmite un mensaje particular, es decir, limitado a unas determinadas circunstancias, sino porque posee la nubuwwa, el mandato profético; todo Rasul es Nabi, pero no todo Nabi es Rasul, un poco como toda águila es un ave, pero no toda ave es un águila. El sentido de "mensaje particular" se impone no por el solo hecho de que el hombre es Nabi, sino por el hecho de que lo es sin ser Rasul. Muhammad es "iletrado" en cuanto Nabi, y no en cuanto Rasul, lo mismo que — para seguir con nuestra comparación — el águila puede volar porque es un ave, y no porque es un águila. 34 En el sentido de que el 'Abd no tiene nada que le pertenezca en propiedad. 35 El Rasul es, en efecto, una "misericordia" (rahma); él es el desinterés mismo, la encarnación de la caridad. 36 La veracidad es inseparable de la virginidad del espíritu, en el sentido de que éste debe estar libre de todo artificio, de todo prejuicio, de toda interferencia pasional. 37 Este es el sentido iniciático de esta frase del Evangelio: "Nadie llega al Padre sí no es por mí". Sin embargo, hay que tener en cuenta la diferencia de "acento" que distingue a la perspectiva cristiana del sufismo. 38 Al-Ruh, que contiene a los cuatro Arcángeles; en el plano terrestre y en el cosmos musulmán, es el Profeta y los cuatro califas. 39 El simbolismo de la Plegaria por el Profeta corresponde bastante exactamente al del molino de oración lamaísta: una oración, inscrita en una tira de papel, bendice al universo por la rotación. 40 Es en este sentido en el que, según San Bernardo, nuestro ego debe aparecérsenos como "algo despreciable", y en el que, según el Maestro Eckhart, hay que "odiar la propia alma". 41 Esto pone bien en evidencia el sentido de la tradición como tal y también, en particular, del culto a los antepasados. 42 "Allah dijo: ¡Oh Adán! ¡Dales a conocer sus nombres!" (Corán, II, 35). "Y cuando dijimos a los malaika: ¡Prosternaos ante Adán!» (Corán, 11, 34). 43 "En verdad, hemos creado al hombre en la forma más bella" (Corán, XCV, 4). 44 Estas dos cualidades son esenciales. La creación es "buena" porque está hecha a imagen de Allah, y porque compensa sus desequilibrios — ontológicamente necesarios so pena de inexistencia — con el equilibrio total, que los "transmuta" indirectamente en factores de perfección. 45 "Los siete Cielos y la tierra y los que en ellos se encuentran Lo loan; y no hay cosa alguna que no cante sus alabanzas, pero vosotros no comprendéis su canto …" (Corán, XVII, 44). 46 "Y cada vez que reciban un fruto (en el Paraíso) dirán: esto lo hemos recibido antes …" (Corán, 11, 25). 47 Sin Muhammad, se dice, el mundo no habría sido creado; él es, pues, el Logos, no en cuanto hombre, sino en su "realidad interior" (haqiqa) y en cuanto "luz muhammadiana" (Nur muhammadi). Se dice también que las virtudes del Profeta son creadas puesto que son humanas, pero que son "sin embargo eternas en cuanto cualidades de Aquél cuyo atributo es la eternidad" (según Al-Burda, del Shaykh Al-Busiri); asimismo, el Profeta tiene el nombre de Haqq ("Verdad"), mientras que Al-Haqq ("la Verdad") es un Nombre divino. La haqiqa de Muhammad es descrita como un misterio: es ya escondida, ya cegadora, y no se puede interpretar sino de lejos. 48 Según dijo Aisha, la "esposa preferida", el Corán refleja o prefigura el alma del Enviado de Allah.