Omphalos (RG)

René Guénon – Rei do Mundo (RGRM)

Hay también otros símbolos que, en las tradiciones antiguas, representan el «Centro del Mundo»; uno de los más destacables es quizás el del Omfalos, que se encuentra igualmente en casi todos los pueblos[[W. H. Roscher, en una obra titulada Omfalos, aparecida en 1913, ha reunido una cantidad considerable de documentos que establecen este hecho para los pueblos más diversos; pero ha cometido el error de pretender que este símbolo está ligado a la idea que se hacían estos pueblos de la forma de la tierra, porque se imagina que se trata de la creencia en un centro de la superficie de la tierra, en el sentido más groseramente literal; esta opinión implica un desconocimiento completo de la significación profunda del simbolismo. — Utilizaremos en lo que sigue un cierto número de reseñas contenidas en un estudio de M. J. Loth sobre El Omphalos chez les Celtes, aparecido en la revista de Revue des Études anciennes (julio-septiembre de 1915).]]. La palabra griega omphalos significa «ombligo», pero designa también, de una manera general, todo lo que es centro, y más especialmente el cubo de una rueda, en sánscrito, la palabra nâbhi tiene igualmente estas diferentes acepciones, y, en las lenguas célticas y germánicas, hay igualmente derivados de la misma raíz, que se encuentran bajo las formas nab y nav [[En alemán, nabe, cubo, y nabel, ombligo; igualmente, en inglés nave y navel, esta última palabra tiene también el sentido general de centro o de medio. — El griego omfalos y el latín umbiculus provienen por lo demás de una simple modificación de la misma raíz.]], Por otro lado, en galo, la palabra nav o naf, que es evidentemente idéntica a estas últimas, tiene el sentido de «jefe» y se aplica incluso a Dios; así pues, es la idea del Principio central la que se expresa aquí[[Agni, en el Rig-Vêda, es llamado «ombligo de la Tierra», lo que se vincula también a la misma idea; el swastika, como ya lo hemos dicho, es frecuentemente un símbolo de Agni.]]. Por lo demás, el sentido de «cubo» tiene, a este respecto, una importancia muy particular, porque la rueda es por todas partes un símbolo del Mundo realizando su rotación alrededor de un punto fijo, símbolo que debe ser aproximado por tanto al del swastika; pero, en éste, la circunferencia que representa la manifestación no está trazada, de suerte que es el centro mismo el que es designado directamente: el swastika no es una figura del Mundo, sino más bien de la acción del Principio al respecto del Mundo.

El símbolo del Omfalos podía estar colocado en un lugar que fuera simplemente el centro de una región determinada, centro espiritual, por lo demás, más bien que centro geográfico, aunque los dos hayan podido coincidir en algunos casos; pero, si ello era así, es porque este punto era verdaderamente, para el pueblo que habitaba la región considerada, la imagen visible del «Centro del Mundo», de igual modo que la tradición propia de ese pueblo no era más que una adaptación de la tradición primordial bajo la forma que convenía mejor a su mentalidad y a sus condiciones de existencia. Se conoce sobre todo, de ordinario, el Omfalos del templo de Delfos; este templo era realmente el centro espiritual de la Grecia antigua [[Había en Grecia otros centros espirituales, pero reservados más particularmente a la iniciación a los Misterios, como Eleusis y Samotracia, mientras que Delfos tenía un papel social que concernía directamente a todo el conjunto de la colectividad helénica.]] y, sin insistir sobre todas las razones que podrían justificar esta aserción, sólo haremos destacar que era allí donde se juntaba, dos veces al año, el consejo de los Anfictiones, compuesto por los representantes de todos los pueblos helénicos, y que formaba por lo demás el único lazo efectivo entre aquellos pueblos, lazo cuya fuerza residía precisamente en su carácter esencialmente tradicional.

La representación material del Omphalos era generalmente una piedra sagrada, lo que se denomina frecuentemente un «bétulo»; y esta última palabra parece no ser otra cosa que el hebreo Beith-El, «casa de Dios», el mismo nombre que Jacob dio al lugar donde el Señor se había manifestado a él en un sueño: «Y Jacob se despertó de su sueño y dijo: Ciertamente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía. Y se asustó y dijo: ¡Cuán temible es este lugar! Es la casa de Dios y la puerta de los Cielos. Y Jacob se levantó de madrugada, y tomando la piedra de la que había hecho su cabecera la erigió como un pilar, y vertió óleo sobre su cima (para consagrarla). Y Jacob dio a este lugar el nombre de Beith-El; pero el primer nombre de esta ciudad era Luz»[[GénesisXXVIII16-19.]]; Ya hemos explicado más atrás la significación de esta palabra Luz; por otra parte se dice también que Beith-El, «casa de Dios», devino después Beith-Lehem, «casa del pan», la ciudad donde nació Cristo [[Por lo demás, se observará la similitud fonética de Beith-Lehem, con la forma Beth-Elohim, que figura también en el texto del Génesis.]]; la relación simbólica que existe entre la piedra y el pan sería por lo demás muy digna de atención[[«Y el tentador, acercándose, dijo a Jesús: Si tú eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras devengan panes» (San MateoIV, 3; San LucasIV, 3). Estas palabras tienen un sentido misterioso, en relación con lo que indicamos aquí: Cristo debía cumplir una semejante transformación, pero espiritualmente, y no materialmente como le pedía el tentador; ahora bien, el orden espiritual es análogo al orden material, pero en sentido inverso, y la marca del demonio es tomar todas las cosas al revés. Es Cristo mismo quien, como manifestación del Verbo, es «el pan vivo descendido del Cielo», de donde la respuesta: «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios»; y es este pan el que, en la «Nueva Alianza», debía sustituir a la piedra como «casa de Dios»; y, agregaremos también, que es esto por lo que los oráculos han cesado. A propósito de este pan que se identifica a la «carne» del Verbo manifestado, puede ser interesante señalar también que la palabra árabe lahm, que es la misma que el hebreo lehem, tiene precisamente la significación de «carne» en lugar de la de «pan».]]. Lo que es menester precisar todavía, es que el nombre de Beith-El no se aplica sólo al lugar, sino también a la piedra misma: «Y esta piedra, que he erigido como un pilar, será la casa de Dios»[[GénesisXXVIII, 22.]]. Así pues, es esta piedra la que debe ser propiamente el «habitáculo Divino» (mishkan), según la designación que se daría más tarde al Tabernáculo, es decir, la sede de la Shekinah; todo esto se vincula naturalmente a la cuestión de las «influencias espirituales» (berakoth) y, cuando se habla del «culto de las piedras», que fue común a tantos pueblos antiguos, es menester comprender bien que este culto no se dirigía a las piedras, sino a la Divinidad de la que eran residencia.

La piedra que representaba al Omfalos podía tener la forma de un pilar, como la piedra de Jacob; es muy probable que, entre los pueblos célticos, algunos menhires tuvieran esta significación; y los oráculos se daban junto a estas piedras, como en Delfos, lo que se explica fácilmente desde que eran consideradas como la morada de la Divinidad; por lo demás, la «casa de Dios» se identifica naturalmente al «Centro del Mundo». El Omfalos podía ser representado también por una piedra de forma cónica, como la piedra negra de Cybeles, u ovoide; el cono recordaba la montaña sagrada, símbolo del «Polo» o del «Eje del Mundo»; en cuanto a la forma ovoide, se refiere directamente a otro símbolo muy importante, el del «Huevo del Mundo»[[A veces, y en particular sobre ciertos omfaloi griegos, la piedra estaba rodeada por una serpiente; se ve también esta serpiente enrollada en la base o en la cima de los mojones caldeos, que deben ser considerados como verdaderos «bétulos». Por lo demás, el símbolo de la piedra, como el del árbol (otra figura del «Eje del Mundo»), está, de una manera general, en estrecha conexión con el de la serpiente; y es lo mismo para el huevo, concretamente en los Celtas y los Egipcios. — Un ejemplo destacable de figuración del Omfalos es el bétulo de Kermaria, cuya forma general es la de un cono irregular, redondeado en la cima, y del que una de cuyas caras lleva el signo del swastika. M. J. Loth, en el estudio que hemos citado más atrás, hadado fotografías de este «bétulo», así como de algunas otras piedras del mismo género.]]. Es menester agregar también que, si el Omfalos era representado lo más habitualmente por una piedra, también ha podido serlo a veces por un montículo, una suerte de túmulo, que es todavía una imagen de la montaña sagrada; así, en China, en el centro de cada reino o Estado feudal, se elevaba antaño un montículo en forma de pirámide cuadrangular, formado con la tierra de las «cinco regiones»: las cuatro caras correspondían a los cuatro puntos cardinales, y la cima al centro mismo[[El número 5 tiene, en la tradición china, una importancia simbólica muy particular.]]. Cosa singular, vamos a encontrar estas «cinco regiones» en Irlanda, donde la «piedra en pie del jefe» estaba, de una manera semejante, elevada en el centro de cada dominio[[Brehon Laws, citadas por J. Loth.]].